Hoy se ha convertido en tópico hermanar ambos términos. A fin de cuentas, la ética y el derecho son los dos sistemas normativos de que dispone toda sociedad. Las diferencias entre uno y otro, por lo demás, no acaban de estar claras. En una sociedad perfecta parece que debieran coincidir. De hecho, así pensó gran parte de la cultura occidental, desde sus mismos orígenes en la antigua Grecia. Lo que la razón dicta como correcto o incorrecto, eso es lo que debería convertirse en ley. El Derecho “natural” se expresaría así como Derecho “positivo”. Esto explica que en algunos idiomas, como el inglés, una misma palabra, right, sirva para designar tanto lo éticamente correcto como lo jurídicamente justo. Así ha venido pensando la cultura occidental desde que el naturalismo estoico hizo sentir su influjo en los jurisconsultos romanos. Y del Derecho romano ha sido la matriz del derecho positivo propio de los países descendientes del gran Imperio romano.