El éxito logrado en la longevidad de la humanidad conseguido en las últimas décadas es impresionante y podría ser aún mayor si los grandes retos que constituyen las enfermedades neurodegenerativas, la enfermedad cardiovascular y el cáncer pudieran ser controlados.


De los tres retos anteriores, quizá el tratamiento del cáncer está consiguiendo más éxitos que los otros dos, no sólo por una mejor prevención y un diagnóstico más precoz, sino también por un tratamiento cada vez más eficaz y mejor tolerado.


Los virus, ofrecen una primera aproximación al diagnóstico etiológico en el caso del cáncer y el papel de algunos de ellos en la patogenia de determinados tumores es hoy indiscutible. Su prevención como en el caso del HPV y el cáncer de cuello uterino ha cambiado radicalmente nuestras expectativas para el futuro y permite vislumbrar la erradicación de dicho tumor. Desafortunadamente, la relación virus-cáncer no es tan diáfana en muchos otros tumores y cuando buscamos datos globales sobre esa relación, nos encontramos con una literatura dispersa y poco precisa, irregular y de naturaleza y calidad muy desiguales.


Por esa razón, la Fundación de Ciencias de la Salud, ha planteado examinar la relación virus-cáncer, de forma global, en un foro multidisciplinar, tratando de obtener respuestas a una serie de preguntas sencillas de la mano de expertos en distintos aspectos del problema.  Esta reunión ha incluido a oncólogos, gastroenterólogos, internistas, ginecólogos, especialistas en Enfermedades Infecciosas y HIV, microbiólogos, biólogos básicos, representantes de asociaciones de pacientes y de los medios de comunicación y especialistas en Medicina Preventiva y ética.


Un primer bloque de preguntas ha sido dirigido a poner en perspectiva la dimensión de la relación Virus-Cáncer, los cánceres más claramente causados por virus, los grandes hitos históricos de dicha relación y algunos aspectos de la oncogénesis.


En una segunda mesa, se abordaron algunas potenciales soluciones que van desde las vacunas hasta el tratamiento de la hepatitis C y se discutió también el posible papel de bacterias y parásitos como agentes oncogénicos alternativos. Hemos querido conocer también la importancia que dan a esta relación las asociaciones de pacientes con cáncer, el conocimiento que los medios de comunicación tienen del problema y los aspectos éticos que todo ello suscita.